El Reino Unido ha acusado este domingo a Airbus
de posible fraude, soborno y corrupción, según informó la propia
compañía. La Oficina Británica Antifraude investiga la contratación
irregular de subcontratas en consultoría para vender aviones
comerciales.
El proceso que ha iniciado la
administración británica contra Airbus puede “llevar años”, según han
explicado fuentes de la compañía a Reuters. La agencia financiera de
exportaciones británica inició el proceso en julio cuando apuntó a
discrepancias sobre la divulgación del trabajo de agentes locales de la
empresa. En concreto, este organismo alertó entonces de divergencias en
la exportación de productos y nombres de subcontratas perdidos en los
contratos de exportación de Airbus.
La administración británica ha
solicitado la colaboración de cualquiera que tenga alguna información
relevante. Del mismo modo, este organismo anticorrupción ha adelantado
en un comunicado que no se revelarán más detalles hasta que acusen
formalmente a Airbus o abandonen la investigación.
El fabricante europeo de aviones ha
afirmado este lunes, por su parte, en un comunicado conocer la
investigación y estar dispuesto a colaborar con la oficina británica.
Fue la propia compañía quien informó en abril al Reino Unido de estas
irregularidades, según ha explicado un portavoz de la compañía a este
periódico. “No es nuevo, se trata de una historia en curso”, ha
afirmado.
“Es un esfuerzo de nuestra política
anticorrupción. La dirección de la empresa ha llevado a cabo una robusta
acción y está determinada a resolver este asunto en coordinación con
las autoridades”, ha afirmado este lunes a France Press Jeremy Graves,
portavoz de la compañía.
No es la primera vez que el Reino Unido
toma represalias contra Airbus por este caso. En abril suspendió la
emisión de crédito a la exportación de Airbus, decisión a la que se
sumaron seguidamente Francia y Alemania. Y en 2012 la misma oficina
antifraude inició otra investigación –aún en curso– contra la compañía
por un contrato de 3.300 millones con Arabia Saudí.
La propia Airbus anunció entonces que su
línea de crédito de exportación –que representó el 5% de los ingresos
de la compañía en 2015– no estaría disponible temporalmente. Aun así, la
compañía quiso tranquilizar a los clientes al asegurar que los
afectados podrán continuar en un futuro próximo con sus financiaciones y
refinanciaciones.
La decisión de las autoridades
antifraude británicas ha llegado después de que la constructora de
aviones anunciase que el brexit le hace reconsiderar su estrategia en el
Reino Unido. Airbus tiene en el país británico parte de sus sedes, que
comparte con Francia, Alemania y España.
En este tiempo, el beneficio neto de
Airbus durante el primer semestre del año pasado superó en un 15% al del
mismo periodo de 2015, hasta alcanzar los 1.760 millones de euros. El
dato se explica por los ingresos de 1.900 millones de euros generados
por la venta de acciones en Dassault Aviation y la creación de una joint
venture con Safran. Como contraprestación, Airbus afrontó durante el
primer trimestre una multa de 1.000 millones de euros por el avión
militar A400M y los intercambios de divisa adversos en el A350 por 900
millones.
El anuncio del inicio de esta
investigación provocó ayer la caída de Airbus en Bolsa. Sus acciones
vieron reducido su valor un 1,47% con respecto a la jornada anterior
hasta intercambiarse por 50,30 euros. Se trata del dato más bajo que ha
registrado Airbus en el último mes. La compañía ha experimentado durante
julio un auge bursátil provocado por haber superado virtualmente a
Boeing como líder mundial en la construcción de aeronaves. La europea se
adjudicó el mes pasado la mitad de las 197 ventas en el salón
aeronáutico de Farnborough.
Fuente: Cinco Días
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